Normalmente un entrenador de fútbol recibe la oportunidad de entrenar en primera división después de haber tenido que pasar por distintas categorías y clubes, dónde demostrar la valía necesaria para recibir su gran oportunidad.
En cambio hay técnicos que reciben la oportunidad sin haber tenido que demostrar prácticamente nada como míster. Hay distintos modos en llegar a ése punto. Pero quiero hablar del tipo de míster que denomino "entrenador de la prensa". Un entrenador casi neófito que llega a dirigir un equipo de primera. Incluso un buen equipo de primera. Entrenador, ex-futbolista, mediático, con carrera dilatada en alguno de los clubes de élite españoles, con buena relación con algunos sectores de la prensa en su etapa de futbolísta. Vamos, de los que, de cuando en cuando, filtraban alguna cosilla para darles bola a sus amigos de algún medio y que no le dieran muchos palos si no jugaba muy allá en algún partido. Eso que denominan ahora como topos y que a Mourinho encabronó tanto la pasada temporada.
Con el paso de los años ha seguido colaborando con esos medios, incluso después de retirarse, trabajando como comentarista mientras se sacaba el carnet de entrenador. Los mismos medios que se encargan, carnet de entrenador ya en mano, de darles la publicidad necesaria en cuanto queda vacante algun banquillo apetecible.