Tras la enésima victoria del Barça en el Bernabéu el pasado sábado, el madridismo no acaba de entender que le ocurre a su equipo cada vez que se enfrenta al equipo culé. Antes de jugarse el clásico parecía que todo el mundo coincidía en dar como favorito al Real Madrid, por como llegaban unos y otros al primer duelo entre los más grandes de la temporada. El Real Madrid llegaba con una racha de 15 victorias consecutivas y jugando bien al fútbol. Dominando a sus rivales con un juego de gran calidad, manteniendo el control absoluto de los partidos, dominando la posesión cuando era preciso pero buscando siempre la portería rival, muy verticales. Así cómo trabajando en la presión al equipo contrario en la salida del balón en área rival. Calidad y trabajo eran las pautas del equipo de Mou.
El sábado ante el Barça el Madrid dejó a un lado sus premisas y características de juego para volver a dar la imágen de equipo pequeño que se enfrenta a un rival superior y que está mas pendiente de que no le hagan daño, que de ir a ganar a su rival con sus armas y su fútbol. Volvimos a ver un juego ramplón de los de Mourinho, despreciando mantener la pelota para crear juego y llegar al área de Valdés. Optando por dejar la posesión al Barça, que es prácticamente condenarse a perder. Cuando conseguían tener el balón, preferían dar salida al juego del equipo a base de pelotazos de Pepe hacia Benzema, Cr7 o Di María, que se traducían en regalos para su archirival.
El madridismo se pregunta por qué su técnico no armó mas el centro del campo para equilibrar la cantidad de efectivos que acumulaba en esa zona el equipo de Guardiola. Por qué no apostó el Madrid por seguir jugando como lo había hecho hasta el sábado y más con un gol de ventaja a los 25 segundos del comienzo. Dominar el juego, mantener la pelota y buscar el fútbol rápido y vertical que hemos visto los últimos partidos, en vez de correr como pollos sin cabeza, ansiados con llegar con el "patapún para arriba" que se vio el sábado. Los madridistas se preguntan en base a qué, visto el sábado lo visto, se les daba como tan seguros favoritos. Se preguntan por qué su entrenador no le ha hecho ver a su estrella, Cristiano Ronaldo, que para ganar hay que pensar en equipo y no individualmente. Ésa es una de las grandes diferencias que tiene con el mejor jugador del mundo, Messi, aparte de demostrar en los grandes partidos por qué eres el mejor. Desde luego haciendo la guerra por su cuenta es imposible y contra el Barça aún más.
Parece que todas éstas preguntas seguirán en el aire algún tiempo, hasta que vuelvan a enfrentarse los dos mejores equipos del mundo. Veremos si para entonces, los jugadores y sobre todo, Mourinho, son capaces de resolver el enigma de su descrédito como equipo, cada vez que tienen enfrente a los culés. De momento el Barça sigue demostrando fidelidad a su esquema dando igual a quién tengan enfrente. Y aunque ésta temporada había mostrado algunas dudas y había cosechado algún resbalón mas que en temporadas anteriores, sigue siendo el mejor equipo del mundo y parece que su ciclo, de momento, no va a tener fin.
imágenes: vanguardia.com - televisionpe.com
by sportsrocknrolla
No hay comentarios:
Publicar un comentario