El fin de semana deportivo ha estado marcado por las asambleas de socios compromisarios de los dos clubes mas poderosos de España, Real Madrid y FC Barcelona. En ambos casos ha dejado lecturas que no dejan indiferentes a los seguidores de ambos clubes y que tienen un nexo común, el poder de los técnicos está por encima de sus presidentes. Algo impensable hace poco tiempo y absoluta realidad a día de hoy. Mourinho y Guardiola son los amos, aunque de distintas maneras en cada caso, nos explicamos.
El FC Barcelona celebraba su asamblea de socios compromisarios con varios puntos a discutir, destacando sobre todo dos. La votación para refrendar el acuerdo con Qatar Foundation, tema que ha sido muy discutido por la masa social culé desde que la directiva de Rosell llegara a un acuerdo de patrocinio para lucir su publicidad en la camiseta del Barça y que ayer fue finalmente refrendado por amplia mayoría, por parte de los socios. El otro punto mas destacado son las acciones legales que la actual junta directiva va a ejercer contra el ex-presidente Laporta y su junta por supuestas irregularidades en las cuentas del club. Donde existe un agujero cercano a los 50 millones de euros sin justificar.
En ambos puntos tiene protagonismo Pep Guardiola. El técnico culé se ha ganado un poder y respeto absoluto entre la masa social azulgrana, gracias a sus éxitos deportivos y una vida dedicada al club. Ese poder se ha visto traducido en la asamblea dando su apoyo a Qatar Foundation y por consiguiente consiguiendo para el club que las voces discordantes con ese acuerdo cambiaran su opinión ante el apoyo de Guardiola y por supuesto el montante económico que recibe el club, la pela es la pela. Seguramente si Pep no hubiese salido en defensa de ése patrocinio el resultado de la votación hubiese sido distinto.
Lo preocupante para el socio culé fueron las declaraciones en rueda de prensa de Guardiola tras el partido ante el Atlético de Madrid, venciendo por un contundente 5-0. La tercera pregunta en la rueda de prensa para Pep fue sobre la querella del club a Laporta, en ese momento Guardiola se quitó su careta de políticamente correcto, de hombre perfecto, de líder bondadoso y justo. Se metió en un charco mas propio de su homólogo merengue que a lo que nos tiene acostumbrados Guardiola, se equivocó absolutamente. Salió en defensa de Laporta esgrimiendo lo mucho que había hecho por el club, agradeciéndole que le hubiese dado la oportunidad de ser el entrenador del Barça y defendiéndole de las supuestas acusaciones. Dijo Pep sentirse tristísimo por la situación en la que se encontraba su amigo Laporta y la decisión tomada por su directiva, la que le paga.
La palabra de Guardiola no es la de un cualquiera, pero debe tener en cuenta antes de meterse en tremendo charco varios puntos. Primero, es el entrenador del equipo y debería mantenerse al margen de decisiones de su directiva esté o no de acuerdo. Segundo, como socio del club debería preguntarse dónde están esos casi 50 kilos de los que no hay noticias bajo el mandato de su amigo Laporta. Tercero, si su intención era apaciguar los ánimos y bajar una posible tensión dentro del club entre partidarios de Laporta y de Rosell, ha intentado apagar un fuego con gasolina, poniendo en una muy difícil posición a su actual presidente, Rosell. Tremendamente desafortunado y en mala situación deja su relación con la actual directiva, cuando su labor debe ser la de dirigir deportivamente al equipo, algo en lo que ha demostrado ser el mejor.
En la asamblea madridista, Florentino fue protagonista absoluto dando rienda suelta a su defensa ciega al que hoy en día dirige los destinos, las formas y la imágen del club, Mourinho. Triste, muy trisste fue ver como Florentino se salía de su discurso comedido, políticamente correcto y señorial, para defender con un discurso vehemente las directrices del portugués. Los valores de éste club hace tiempo que se perdieron y con la llegada de Mourinho y sus maneras se han alejado al lado opuesto de lo que siempre representó la institución blanca. Lo triste es ver como su presidente se pliega absolutamente a las maneras del portugués hasta el punto de clasificar a sus socios y seguidores como mas o menos madridistas, verdaderos o falsos, dependiendo si se dice amén a Mourinho. Muy triste y error grave para Florentino, porque al final lo importante de todo ésto es el fútbol y en un club como el Madrid los títulos. Lo primero sigue sin aparecer y a estas alturas tampoco se espera. El Real sigue sin una idea clara, sin un argumento futbolístico sólido, el sábado sufrió ante el Rayo a pesar del 6-2 del marcador. Sigue basando su juego en la velocidad y el contragolpe y esas son armas insuficientes para aspirar a ganar títulos, el segundo punto. Si éstos no llegan la masa social madridista favorable a Mou se irá desencantando y las encuestas que tanto valor da Florentino y tan poco su entrenador, se volverán en contra de ambos. En el caso del presidente, su acérrimo apoyo al portugués le dejará sin red para salvarse del desencanto de la masa social merengue, que por otra parte, cada vez es mas patente ante los continuos malos modos y discursos de Mourinho, amparados por Florentino.
Curioso ver como en el mismo fin de semana tanto Guardiola, como Florentino se han despojado de las caretas de lo políticamente correcto para dar paso a un discurso mas alejado de lo que ambos deberían de representar. Parece impensable que en ambos clubes, por razones distintas en cada caso el poder de sociedades deportivas tan importantes recae directamente sobre sus técnicos, veremos como acaba todo.
by sportsrocknrolla
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