Lo que hubiera sido casi una sentencia del campeonato en caso de victoria culé, se transformó en empate y gracias, visto el partido de ayer en el Sánchez Pizjuán.
En el primer tiempo el Barça fue muy superior, controló totalmente el juego con su dominio de la posesión y en una de las varias ocasiones que creó, consiguió Bojan el 1-0 en un remate poco ortodoxo. Había sustituido el 9 culé a Pedrito, que se lesionó al comienzo del partido y su ausencia se notó y mucho, pues Bojan no es un jugador de nivel para éste equipo. Pudo irse el Barça al descanso con una ventaja superior. Incluso con un gol legal de Messi en lanzamiento de falta que sin saber nadie el por qué, anuló el peor arbitro de primera división y mira que los hay bastante malos, Pérez Lasa.
El Sevilla en ése primer tiempo pareció salir acobardado o dormido y su planteamiento en el campo parecía el de un equipo de futbolín, con dos líneas marcadas muy atrasadas en defensa, sin movilidad alguna y dejando jugar comodamente sin presión al Pep-team, lo que llevó incluso a oir silbidos y cánticos de su parroquía rogando a su equipo que le echara "huevos".
Hicieron efecto las quejas de su afición y tras el paso por el vestuario, el Sevilla fue otro equipo totalmente distinto. La entrada de un gran Kanoute en la mediapunta sevillista, aportando trabajo y calidad para aguantar el balón y dar salida a su equipo a la contra. Y el cambio de mentalidad del equipo, correoso y presionante en defensa y buscando la salida en velocidad con toques rápidos el contragolpe, llevaron al empate de Navas, en gran jugada de Negredo. Posteriormente tuvieron claras ocasiones para haberse puesto por delante, pero el desacierto de Negredo y las paradas de Valdés evitaron la victoria sevillista. El Barça apretó en los minutos finales y un disparo al larguero de Iniesta fue lo mas peligroso en éste segundo tiempo. Con un Messi demasiado individualista y con un Villa casi desaparecido. Un tiempo para cada equipo y empate final.
Con la pérdida de esos dos puntos se produce una inyección de emoción a un campeonato que sigue teniendo color azulgrana. La diferencia de 5 puntos, junto a los partidos y rivales que restan a un equipo y otro, sobre todo fuera de sus feudos, le dan una clara ventaja a los de Guardiola. Aunque el Madrid nunca se rinde y en fútbol no hay nada escrito.
by Sportsrocknrolla
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