Aun con la resaca del primer asalto en el paladar, en apenas tres días, llega la fiesta del fútbol español , la Final de Copa. Valencia se viste de gala para recibir la final en Mestalla, donde 20 mil hinchas de cada equipo, esperarán ver a su majestad el Rey entregar la copa a Puyol o Casillas. Se cree que mas de 10 mil culés y el mismo número de madridistas se quedarán fuera de Mestalla, sin entrada, para seguir la final. Mientras la Federación se queda con casi 10 mil entradas para sus compromisos, bochornoso.
Ambos equipos llegan con la moral intacta tras las tablas del Bernabéu. Los de Guardiola con la seguridad de quién tiene un estilo definido que le postula como favorito en todas las competiciones. Los de Mourinho con la fe en el oficio de su técnico en éste tipo de partidos y en sus armas, basadas en ferrea defensa y contragolpe, que a punto estuvo de darles la victoria el sábado. Aunque con un título en juego y a un partido deberá exponer algo mas sino quiere ver volar el primer título a Barcelona.
A los amantes del fútbol el juego que practica el Barça, les ilumina la vista, independientemente de forofismos y colores. El Madrid tiene una plantilla con calidad suficiente para jugarle al Barcelona de tú a tú, disputando el control de la pelota y del partido, pero mientras Mourinho sea su técnico, por mucho que al mismísimo Don Alfredo Di Stefano le disguste, el planteamiento que veremos será el del sábado, equipo pequeño que se cierra atrás y renuncia a la pelota. Una final exige una predisposición mas ofensiva o de lo contrario será mas que probable la victoria del Barça. Veo la situación táctica, aparte de esa entrega absoluta los 90 minutos, el enorme peligro que tiene con su juego directo en contrataque y la efectividad cara a puerta, por parte de los blancos. Como dejarle un arma a un francotirador, que es el Barça y ponerse de diana, mientras los merengues juegan a la lotería de tener una buena contra y esperar a que Messi y compañía no materializen sus ocasiones. Con el balón en poder azulgrana las ocasiones se irán sucediendo y de llevarse el título dejaría muy tocado a su rival y al proyecto de Mourinho.
La clave en mi humilde opinión, sigue siendo la misma, imponerse a los culés es quitarles el balón, sin la pelota el Barça sufre, porque no está acostumbrado a defenderse o correr tras el rival. Pero parece difícil que tome ése camino el portugués, que tiene la oportunidad de asestar un golpe enorme a su rival, e intentar el primer paso para un cambio de ciclo como el que en su día consiguió Cruyff en el 90, en la que fue la última final de Copa entre los dos grandes.
Está claro que aparte del propio título, los dos equipos se juegan mucho mas, por rivalidad histórica y por supuesto, aunque ambos técnicos separen unas competiciones de las otras, lo que pase hoy tendrá consecuencias para el futuro, el más inmediato las semifinales de Champions.
by sportsrocknrolla
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